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El pabellón se fundamenta en parte, a
partir de su ubicación como pieza que se contrasta
contra el fondo de la línea del horizonte que
delimita el cielo y el mar, recortándose sobre ese
fondo como si de una vela marinera se tratase. Por
otra parte, su aspecto funcional: una entrada y una
salida, claramente manifestadas, obligan en parte a
“ recorrer “ el expositor y por consiguiente la
muestra.
El expositor se despega del suelo, lo que acentúa
su carácter de objeto sobrepuesto. |
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